El estadio Carlos Belmonte de Albacete quedará, pese al pobre empate (1-1) cosechado por el Celta de Vigo ante el colista de la categoría, grabado para siempre en la memoria del argentino Matías Lequi, que el pasado sábado volvió a disputar un encuentro, tras cuatro meses 'castigado'.
Las paradojas del fútbol llevaron al central de Rosario a pasar en tan corto período de tiempo de estar a punto de convertirse en el héroe del conjunto gallego, gracias al tanto que anotó al Getafe en la última jornada liguera y que permitió a los celestes soñar durante catorce minutos con el milagro de la salvación, a vivir en el ostracismo.
Lo cierto es que desde la llegada del búlgaro Hristo Stoichkov al banquillo vigués el pasado 10 de abril, en sustitución de Fernando Vázquez, la estrella del argentino, hasta entonces una de las piezas básicas del cuadro celeste, pareció apagarse en Balaídos.
Si una inoportuna lesión impidió a Lequi disputar el primero de los nueve encuentros que el búlgaro dirigió el pasado año el Celta en Primera División, la derrota cosechada una semana más tarde ante el Zaragoza (2-0) en La Romareda pareció acabar con todo el crédito del zaguero para Stoichkov.
Relegado a la condición de suplente por detrás del chileno Pablo Contreras y el rumano Gabriel Tamas, Lequi tan sólo disputó treinta y ocho minutos, ante el Mallorca, en las cinco siguientes jornadas ligueras, y sólo la ausencia del rumano, tras regresar tarde de una convocatoria con su selección, le permitió encontrar un hueco en el once en la penúltima jornada.
El sorprendente triunfo de los gallegos en el Vicente Calderón (2-3) y la ausencia del chileno Contreras, concentrado con su selección para la disputa de la Copa América, permitieron a Lequi repetir once en la última y decisiva jornada ante el Getafe.
Circunstancia que el argentino no desaprovechó para llenar de ilusión a la afición celeste con un testarazo (2-1) a los sesenta y cinco minutos que dejaba momentáneamente a los gallegos en Primera, hasta que los dos goles del brasileño Edu, ex jugador del Celta, en el Sardinero para el Betis, condenaron definitivamente a los gallegos a Segunda División.
Una categoría en la que Lequi siempre aseguró que no le asustaba jugar, empeñado en cumplir los tres años de contrato que aún le restan con el Celta, pero para la que el club no le consideraba indispensable, por lo que le ofreció durante el verano la carta de libertad para que pudiese fichar por cualquier otro equipo.
La falta de ofertas interesantes llevó a Matías Lequi a permanecer en Vigo convencido de su capacidad para hacerse un hueco en el once, hecho que nunca llegó a ocurrir, pues pese a que de manera oficial el argentino era un miembro más de la plantilla, tanto él como el chileno Contreras, en su misma situación, no volvieron a jugar más.
Castigo que pareció concluir con la salida del club la pasada semana del búlgaro Hristo Stioichkov, que alegó 'motivos personales' para abandonar el club, y la llegada a Balaidos del ex entrenador del Real Madrid Juan Ramón López Caro.
El técnico andaluz no se sabe muy bien si condicionado por la lesión del boliviano Juan Manuel Peña o convencido de la validez de Lequi para el proyecto vigués, no sólo incluyó por primera vez en la temporada al argentino en una convocatoria, sino que lo alineó como titular en el eje de la zaga ante el Albacete.
Lequi volvió a evidenciar su carácter sobre el césped del Carlos Belmonte e incluso estuvo a punto de adelantar a su equipo en el marcador con un cabezazo franco a la salida de saque de esquina, que atajó el cancerbero albaceteño Javi Martínez.
Noventa minutos que previsiblemente tendrán continuidad el próximo domingo ante el Numancia en Balaídos, dada la ausencia de Peña y la bisoñez de Agustín García 'Agus', con quien Lequi parece jugarse el puesto, ante la condición de indiscutible de Rubén González.
Lo cierto es que desde la llegada del búlgaro Hristo Stoichkov al banquillo vigués el pasado 10 de abril, en sustitución de Fernando Vázquez, la estrella del argentino, hasta entonces una de las piezas básicas del cuadro celeste, pareció apagarse en Balaídos.
Si una inoportuna lesión impidió a Lequi disputar el primero de los nueve encuentros que el búlgaro dirigió el pasado año el Celta en Primera División, la derrota cosechada una semana más tarde ante el Zaragoza (2-0) en La Romareda pareció acabar con todo el crédito del zaguero para Stoichkov.
Relegado a la condición de suplente por detrás del chileno Pablo Contreras y el rumano Gabriel Tamas, Lequi tan sólo disputó treinta y ocho minutos, ante el Mallorca, en las cinco siguientes jornadas ligueras, y sólo la ausencia del rumano, tras regresar tarde de una convocatoria con su selección, le permitió encontrar un hueco en el once en la penúltima jornada.
El sorprendente triunfo de los gallegos en el Vicente Calderón (2-3) y la ausencia del chileno Contreras, concentrado con su selección para la disputa de la Copa América, permitieron a Lequi repetir once en la última y decisiva jornada ante el Getafe.
Circunstancia que el argentino no desaprovechó para llenar de ilusión a la afición celeste con un testarazo (2-1) a los sesenta y cinco minutos que dejaba momentáneamente a los gallegos en Primera, hasta que los dos goles del brasileño Edu, ex jugador del Celta, en el Sardinero para el Betis, condenaron definitivamente a los gallegos a Segunda División.
Una categoría en la que Lequi siempre aseguró que no le asustaba jugar, empeñado en cumplir los tres años de contrato que aún le restan con el Celta, pero para la que el club no le consideraba indispensable, por lo que le ofreció durante el verano la carta de libertad para que pudiese fichar por cualquier otro equipo.
La falta de ofertas interesantes llevó a Matías Lequi a permanecer en Vigo convencido de su capacidad para hacerse un hueco en el once, hecho que nunca llegó a ocurrir, pues pese a que de manera oficial el argentino era un miembro más de la plantilla, tanto él como el chileno Contreras, en su misma situación, no volvieron a jugar más.
Castigo que pareció concluir con la salida del club la pasada semana del búlgaro Hristo Stioichkov, que alegó 'motivos personales' para abandonar el club, y la llegada a Balaidos del ex entrenador del Real Madrid Juan Ramón López Caro.
El técnico andaluz no se sabe muy bien si condicionado por la lesión del boliviano Juan Manuel Peña o convencido de la validez de Lequi para el proyecto vigués, no sólo incluyó por primera vez en la temporada al argentino en una convocatoria, sino que lo alineó como titular en el eje de la zaga ante el Albacete.
Lequi volvió a evidenciar su carácter sobre el césped del Carlos Belmonte e incluso estuvo a punto de adelantar a su equipo en el marcador con un cabezazo franco a la salida de saque de esquina, que atajó el cancerbero albaceteño Javi Martínez.
Noventa minutos que previsiblemente tendrán continuidad el próximo domingo ante el Numancia en Balaídos, dada la ausencia de Peña y la bisoñez de Agustín García 'Agus', con quien Lequi parece jugarse el puesto, ante la condición de indiscutible de Rubén González.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario